Te doy la bienvenida a mi espacio virtual, donde podrás encontrar los recursos que utilizamos para recuperar la vitalidad, el movimiento fluido y el equilibrio emocional.
Espacio virtual que es una invitación a mi espacio presencial, un espacio donde el dualismo mente-cuerpo desaparece y emerge tu yo genuino.

rolfing valencia

“Trabajo con el cuerpo porque es la única parte del alma que puedes tocar con las manos.”    

 Dra. Ida P. Rolf

Gesto sentido

“Que el cuerpo tome la palabra, que la palabra tome cuerpo.”

Marisa Berti

scar work españa

Movimiento, sensaciones y propiocepción mejoran al integrar las cicatrices en la red fascial.

Testimonios

Comencé las sesiones de Rolfing con Marisa en la primavera del 2019. Unos tres meses antes, había sufrido una ciática, un problema crónico que no me afectaba así en mucho tiempo. Tras la fase de dolor inicial, lo peor de esta condición se hizo presente en el arco del pie derecho. No podía poner peso alguno en el pie, estuve de baja laboral durante dos meses y tuve que caminar con bastón. Cuando comencé con Marisa ya había vuelto al trabajo, pero seguía andando con bastón sin tener idea de cuando esto acabaría. Había agotado otras posibilidades de tratamiento con fisioterapia y en el ambulatorio. Marisa rápidamente analizó dónde se encontraba el problema. Se fijó en que yo tenía una anomalía bastante rara: en los dos pies, el dedo gordo se apuntaba hacia arriba. Para mí esta situación era normal desde hacía años. Marisa consiguió que el dolor desapareciera del arco del pie y que los dedos gordos volvieran a una posición más normal. Esto me causó gran impresión, y además mi forma de caminar mejoró mucho. Tras esa primera sesión, Marisa, siguió durante varias sesiones `realineándome´, corrigiendo los muchos malos hábitos que yo había acumulado durante mi vida. Descubrí la sensación de caminar con comodidad. Marisa me ha enseñado muchas cosas sobre la recuperación del funcionamiento del cuerpo y la parte psicológica correspondiente, y ahora mucho depende de mí.
Michael F.
Profesor
Mi intención al empezar con el Rolfing era sobre todo corregir problemas posturales, especialmente enderezar la espalda, aunque también ganar movilidad y elasticidad en general. Comencé con sesiones individuales en el verano 2019 y aunque notaba mejora en el sentido de que se liberaban tensiones, al acabar esas sesiones no tuve una percepción de haber mejorado mi postura, aunque el antes y después fotográfico sí mostraba la mejoría. Después atendí las sesiones de Gesto Sentido, en las que durante 7 meses realizamos actividades en grupo. Poco a poco fui adquiriendo más conciencia de la postura del cuerpo y no solo de donde yo pensaba que tenía el problema. Tras estos siete meses de cambios más lentos pero más profundos, volví a las sesiones individuales de Rolfing y, tras unas cinco sesiones, no sólo comprobé que los cambios eran más evidentes para mí, más conscientes, sino que podía encontrar una postura en la que estaba erguido de un modo cómodo. Aún queda trabajo por hacer y es fácil caer en los antiguos hábitos, pero creo que la combinación de las sesiones individuales y de grupo están consiguiendo una conciencia mayor de mi postura y la capacidad de modificarla de un modo natural.
Vicente M.M.
Catedrático
Marisa me ha ayudado en diversas ocasiones, pero me resultó especialmente beneficioso el tratamiento de una cicatriz grande; después de unas cuantas sesiones, el tejido de la cicatriz no ha vuelto a tirarme, ni he vuelto a tener la sensación de contracción que antes me dolía con relativa frecuencia. La mejoría es total. Indudablemente, la recomiendo.
Beatriz G.P.
Catedrática
Muchas gracias por ayudarme a volver a vivir en mi cuerpo y poder sentirlo mío, experimentar sensaciones nuevas y volver a aprender a escuchar lo que me dice. Sin ti no hubiera sido posible.
Ana E.H.
Profesora
Quiero escribir estas líneas para comunicarte la gran ayuda que me han aportado tus enseñanzas. He estado ingresada en el Hospital La Fe 11 días por un proceso apendicular complicado. En los momentos más duros, cuando me encontraba con gran dolor, fiebre alta, temblores, en pleno proceso séptico, todo mi cuerpo se tensaba con espasmos musculares, entonces retiraba la almohada y dejaba que mi cuerpo se apoyara más y descansara sobre el colchón. Colocaba una toalla enrollada debajo de la nuca y hacía los movimientos que había aprendido contigo, consiguiendo “poco a poco” que la tensión en todo el cuerpo, y especialmente en la nuca, se rebajara. Tus enseñanzas me han sido de una gran ayuda en los momentos difíciles. Gracias
Carmen P.B.
Médico

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